[Diciembre 2009] 1er Seminario Sistemas Monetarios Libres

12 juny 2014 | Encuentros / Trobades |

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Informe y reflexiones 1er Seminario Sistemas Monetarios Libres. Diciembre 2009, Alt Montseny, Catalunya

Entre los días 27 y 30 de diciembre se hizo una pequeña encuentro de trabajo sobre maneras de implementar, ampliar y reforzar mecanismos de moneda libre y ecológica en Cataluña.

La propuesta nació desde el Grupo de Trabajo de Moneda de la Red Ecoseny, focalizado por Didac S.-Costa, y por Enric Duran, nuevo integrante e impulsor del Ecoseny.

Este pequeño seminario ha sido, desde nuestro punto de vista, todo un éxito. Ha habido una gran lluvia de ideas, una gran mejora y perfeccionamiento (en algunos aspectos sólo en el ámbito teórico de momento, pero en muchos otros también en los pasos a seguir de cara a su posible implementación), de muchos aspectos concretos de la red Ecoseny y en otros más generales y globales. Como posibles hojas de ruta a seguir-en función de los consensos de cada comunidad-en los ámbitos en los que trabajar juntos entre redes nos puede ayudar y reforzar local y globalmente.

Se han tratado aspectos relacionados con la moneda, la comunicación, la organización de las relaciones con otras redes, la Central de Compras en Ecoseny, o en cómo abordar los tratos con comerciantes y productores ecológicos (que forman las dos patas complementarias del triángulo usuarios-comercios-productores, necesarios para cerrar una propuesta de economía alternativa integral), entre otros temas.

Lo más importante ha sido conocernos personalmente entre los impulsores de diversas redes como la gente del ECO de Tarragona, que han hecho una gran labor en muchos campos para impulsar su propuesta de moneda libre en Tarragona, algunas de ellas muy complementarias con el Ecoseny, así como integrantes de una nueva red en Vilanova, de la de Tiana, que ahora se plantea la posibilidad de usar moneda social, del núcleo de Osona (que actualmente deciden el tipo de vinculación con la red Ecoseny) , y otras personas con estas inquietudes.

Este encuentro era imprescindible desde un punto de vista humano, activista y profesional, por estar haciendo las mismas propuestas tan cerca, y tener que resolver muchos aspectos comunes, que conjuntamente pueden ser pensados y resueltos más fácilmente. (Podéis ver el convite con este marco más amplio en: http://decreixement.net/grup/decreixement-valles/agenda/sistema-monetari-lliure-com-construir-lo-avui-aqui )

A continuación os explicamos cuáles han sido los temas tratados estos días, cuáles han sido las propuestas surgidas en este pequeño grupo-que será necesario que cada comunidad vea si implementa o no, y cuáles son los temas en que seguiremos pensado y trabajando para ir consolidando gradualmente la propuesta de una economía alternativa íntegramente funcional.

Algunas de las propuestas son de tipo local y otras son más globales. Algunas son extensiones de lo que en el caso de la red Ecoseny ya estaba debatido y consensuado y es sólo una progresión y una consolidación o perfeccionamiento de la idea, mientras que otras son nuevas ideas surgidas estos días, que por tanto necesitan un proceso más amplio y largo de debate, estudio y consenso.

Entendemos que con las 25 o 30 personas que han participado de este encuentro lo que se ha desarrollado es un pequeño espacio de encuentro entre impulsores e individuos interesados en estas cuestiones en diversas zonas, con el espíritu de trabajar aspectos que no a todos interesa en el detalle y en la gestión, pero que son necesarios para todos, y que luego hay que explicar y colocar las propuestas en los espacios de decisión colectivos de cada comunidad, porque cada red y región elija participar de uno u otro ámbito o propuesta.

Por tanto lo que explicaremos a continuación no son acuerdos asamblearios de un espacio de coordinación que apenas se está gestando, sino una narración realizada por los impulsores de este seminario que intenta ser objetiva pero que no puede evitar ser subjetiva, como es connatural los seres humanos. Sólo podemos considerar “acuerdo” el interés en seguir trabajando conjuntamente en la comunicación Interxarxes a través del grupo de trabajo común intermonedes del que hablamos en el apartado B) punto 4.

Así, entendemos que apenas han empezado a crear y pensar en mecanismos y estructuras que pueden ayudar a las redes con dinero libre en Cataluña, existentes o por crear, que voluntariamente decidan utilizarlas. Se trabaja en todo momento desde un espíritu y unas bases ideológicas bastante compartidas y de consenso, como la autogestión local, la colaboración entre iniciativas e individuos, el principio de la confianza, el respeto y la colaboración, y la voluntad conjunta de construir nuevos mundos más justos y sostenibles.

Como en la herramienta CES de que se hablará aquí (una herramienta creada en Sudáfrica que facilita mucho las cosas a más de mil redes de intercambio en el mundo que lo usan), las ideas elaboradas estos días pretenden hacer lo mismo en un ámbito catalán: crear propuestas y estructuras que las redes y colectivos que les interese puedan usar para mejorar y ampliar las posibilidades del intercambio solidario y de una economía libre, solidaria y ecológica.

0. Previo
1.Introducción al seminario
2.Presentación de los presentes
Había personas de Ecoseny Montseny, red intercambio de Osona, Trocantoni, XarxaEco de Tarragona, Xaingra, Decrecimiento Vallès, proyectos incipientes de intercambio en Tiana, y en Vilanova i la Geltrú, Decrecimiento Penedès, Nueva, coordinación de podem.cat

3. Las monedas libres. Los diferentes modelos existentes. Repaso de algunas experiencias.
Se introdujo la explicación de cómo funcionan los ECOS y el Ecoseny.
Se repasó que existen dos modelos tipo de monedas sociales en todo el mundo.

Un primer modelo sería el que se basa en los prosumidores, en general personas individuales que ofrecen productos y servicios y reciben lo mismo. Siguen este modelo los LETS que hay en todo el mundo y los SEL de Francia. Suelen crear el dinero automáticamente a partir de la participación de la gente. Los LETS y SEL, comienzan con saldo 0 y permiten saldo negativo o positivo. Los CES en general también siguen este modelo.

Tienen como punto fuerte la economía que se crea, íntegramente al margen de las relaciones capitalistas, así como la capacidad para alimentar el potencial de todas las personas para aportar cosas que otras personas puedan necesitar.

El punto débil que tienen es que no suelen entrar en los comercios, profesionales y productores (excepto en algunos casos, que como es el caso del CES, aceptan pago parcial en Euros, pero sin permitir intercambiar unos por los otros). Tampoco pueden participar personas que son simplemente consumidores porque trabajan muchas horas de forma asalariada.

Con todo ello se hace muy, muy difícil que se conviertan en herramientas de transición para no necesitar los Euros.

Un segundo modelo, sería el que fomenta la figura de los consumidores responsables y los comercios comprometidos. Suelen salir de ámbitos de economía solidaria. Según este modelo tenemos, las monedas regionales de Alemania como el Chiemgauer, y el experimento del SOL en Francia. También las monedas sociales de las Transition Towns que salen en Gran Bretaña. En este modelo sí pueden participar consumidores porque se puede cambiar moneda oficial por moneda alternativa. Y los comercios pueden participar sin ningún riesgo, ya que en general se les permite cambiar de moneda social en Euros sin ningún riesgo, en todo caso con una pequeña pérdida de valor del 5% o como mucho el 10%.

Este modelo tiene de débil lo que era el punto fuerte del anterior: que no promueve la figura del prosumidor y no se utiliza para crear trabajo fuera del sistema, ni tampoco una economía alternativa. Lo que sí contribuye, que no es poco, es a reforzar los proyectos de economía solidaria preexistente y apoyar la creación de alguna nueva cooperativa. Otro punto débil es que no promueve formas participativas de crear dinero ni un sistema monetario diferente en esencia.

Existen muy pocos proyectos mixtos en el mundo, que recojan cosas de uno y otro modelo con acierto, uno de ellos es Ithaca y otro el Banco Palmas de Fortaleza.

Como conclusión de este apartado manifestamos que el objetivo que nos deberíamos plantear es construir un sistema monetario libre que recoja el mejor de los diferentes tipos de experiencia que hay en el mundo. Tenemos la suerte que tanto el Eco como el Ecoseny ya han comenzado con modelos mixtos de inicio y aceptan tanto el crear dinero de forma descentralizada por el hecho de participar, como cambiar euros por moneda social. En este seminario intentaremos tratar el cómo construir un modelo que mejore los existentes, encontrar soluciones para solventar los elementos más delicados y, por último, la intención de construir un sistema monetario común a partir de las equivalencias entre las diversas monedas locales.

Una aclaración que surgió durante la introducción y, que se debe tener presente, es que el seminario era sobre sistemas monetarios libres, entendiéndolos como parte imprescindible de un sistema económico de transición pero no como elemento único. En este sentido se recordó que este sistema económico debe incluir también ámbitos de economía comunitaria, de gratuidad y de trueque directo y también ámbitos que seguirán funcionando con el Euro pero cada vez de manera más colectiva, autogestiva y responsable .

Una segunda aclaración importante es que la moneda social no debe sustituir aquellos intercambios que ya se realizan por trueque directo, como sucede en la mayoría de ferias que existen en Cataluña. Lo que sobre todo debe sustituir es el uso de los Euros en muchos ámbitos de la economía donde todavía los usamos todos mucho. Se debería empezar por los ámbitos donde hay gente comprometida y en los movimientos sociales en general, en el comercio y productores ecológicos, ateneos, cooperativas de consumo, etc. En las ferias de intercambio directo que lo deseen, por ejemplo, se podría incluir como opción complementaria al trueque directo, a medida que el uso de las monedas libres se vaya extendiendo.

A. ¿Qué criterios económicos seguimos para que las monedas sociales avancen de manera rápida y a la vez segura?

1.Con qué perfiles de participantes contamos.
(consumidores, prosumidores, productores, comercios, organizaciones …)
son frecuentes los modelos de prosumidores (LETS)
los de consumidores, productores y comercios (Berkshires, Chiemgauer)
algunos con donaciones a organizaciones (Chiemgauer, SOL, Ithaca)

Podemos tomar lo mejor de cada casa.
consumidores, prosumidores, productores, comercios, organizaciones.

2. ¿Qué formas de crear dinero aceptamos y qué criterios seguimos ?
Los sistemas LETS, el CES de Sur África y algunos de moneda social como la Red de Trueque Solidaria, se basan en dar saldo negativo.

Ithaca, Banco Palmas, se basan en crear dinero con donaciones, créditos a la producción y gasto público

Chiemgauer, SOL, Berkshires y Lewes Pound se basan en cambiar euros por moneda social.

Las monedas social catalanas, el Ecoseny y el Eco ya están utilizando actualmente las formas de crear mediante saldo negativo o cambiando Euros por moneda social, y por tanto, todo el mundo tiene asumidas estas dos como formas válidas y consensuadas, aunque, en algunos casos, hay que concretar cómo extender y organizar estos mecanismos de creación de dinero.

El encuentro ha servido también para compartir e introducir en nuestro imaginario común, una tercera forma de crear dinero. Partiendo de la aceptación de que se pueden remunerar con moneda social las tareas públicas y comunitarias vinculadas a las redes de economía alternativa, cuando las redes no tengan un saldo positivo, se puede remunerar con moneda social creada de nuevo, o lo que es lo mismo, ampliando el saldo negativo de la red en sí, que es el sistema que ya están utilizando los de la Xarxaeco.

Conceptualmente es importante entender que si no queremos crear sólo un mercado, sino que queremos reforzar las relaciones de comunidad, no sería coherente que se pudiera crear dinero a partir de las ofertas que se hacen en el mercado con moneda social y que en cambio no se pudiera crear cuando se trata de tareas por el bien de la comunidad. En otro punto hablamos más en detalle sobre la valoración económica de tareas que se hacen por el bien de la red y de la comunidad.

Extendiendo esto, podríamos entender que el gasto público sería una tercera forma de crear dinero, a utilizar en función de las necesidades de la red y sus miembros. Y que en un momento dado podría servir también para facilitar una renta mínima a quien no pueda acceder a una capacidad adquisitiva de otra manera. Una forma concreta de esta creación sería a través de la remuneración de tareas comunitarias.

Una variante de este concepto sería la creación de dinero, a través de créditos sin intereses a proyectos productivos. Unos créditos que se concederían por interés de la comunidad en que ese producto llegue a ser un nuevo bien disponible para la capacidad adquisitiva de la moneda social. Ithaca es de nuevo un ejemplo de este mecanismo de creación de dinero.

¿Hasta cuándo se puede crear dinero? y ¿De qué manera? Son preguntas que generan dudas. Durante el seminario, el pensamiento más generalizado respecto a este tema es que estamos tratando un terreno nuevo y que, por tanto, debemos evitar prejuicios. Lo que nos debe marcar cuáles son las buenas prácticas es la experiencia. Por eso queremos dar mucha importancia a la experimentación y a compartir la información de lo que resulte.

Hasta ahora sólo conocíamos el funcionamiento del sistema monetario oficial, donde el control de la inflación se vende como un elemento esencial de la economía. La historia nos recuerda casos en que la hiperinflación desencadenó un rápido aumento de precios que resultó catastrófico para el sistema. Debemos entender que la relación entre creación de dinero y aumento de precios no es directa porque cuando hablamos de masa monetaria hay otros elementos que debemos considerar:

Productos comprados x precios de los productos = moneda en circulación x velocidad de la circulación.

El objetivo de un sistema monetario debería ser facilitar que los productos (sean bienes, servicios o tareas públicas) se puedan pagar de manera que las necesidades de sus miembros puedan ser cubiertas y al mismo tiempo la actividad productiva recompensada.

Cuando hay gente que se muere de hambre y a la vez toneladas de alimentos que se tiran; cuando hay millones de casas vacías y a la vez miles de personas sin casa; cuando hay gente que vive del rendimiento del dinero que hace dinero y gente trabaja sin descanso para pagar deudas ….es que el sistema monetario no cumple la función que se le supondría.

Un sistema monetario libre debe ser democrático y facilitar que los intercambios de moneda fluyan para cubrir todo lo que los participantes ven necesario. Así, si hay tareas que se consideran necesarias para la comunidad pero que no se hacen voluntariamente, la moneda debe facilitar que alguien las pueda realizar. Si se considera que todo el mundo debe tener los mínimos cubiertos para vivir, se pueden establecer mecanismos de renta mínima que lo hagan posible.

Si para cumplir las necesidades del sistema hay que crear dinero, pues deberá crearse. Para evitar que esta creación de moneda acabe haciendo subir los precios, éstos deberán fijarse, para ello debemos contar con la participación de todos los sectores implicados.

3.¿Qué límites de saldo negativo?, ¿para qué tipos de usuarios?
El Cape Town Talento, pone un límite de t5000 que equivale a unos 500 euros. Este es el modelo que ha seguido el eco de Tarragona. Los Cape Town llegan a un punto en que no hay límite porque se da la confianza a los usuarios que llevan más tiempo participando

El peligro de un límite bajo es que no hay haya suficiente oferta para facilitar las transacciones. El peligro de un límite muy alto es que los “gorrones” se puedan aprovechar.

En la sesión del domingo por la tarde, siguiendo los criterios que ya habíamos comentado de los tipos de participantes que queríamos para la red, estuvimos de acuerdo en que hay que establecer unos baremos de los saldos que aceptamos en función de qué tipo de participante se trata.

Se puede tener un modelo mixto en que se pueda participar como consumidor sin saldo negativo y se pueda participar introduciendo ofertas como prosumidor. Una vez que se introducen ofertas se podría permitir un saldo negativo de -100. A partir de un cierto historial de operaciones y de tiempo, permitir llegar a un saldo negativo más elevado.

Los productores, comercios y proyectos con más actividad económica, pueden tener un saldo más alto, quizá hasta 1000.

Además la asamblea podría determinar saldos negativos mayores para determinados proyectos en forma de crédito.

Sobre esta cuestión, volvimos en otros momentos del seminario. En concreto, el lunes 28, cuando hablábamos de los mínimos que deben tener en común las redes con equivalencia de moneda, concretamos que el saldo máximo a aceptar por alguien que no hubiera hecho ninguna venta sería de -100. También hablamos del saldo aceptado cuando se empieza a tener alguna venta y el tope final, pero eso no lo llegamos a concretar.

En cambio, cuando hablábamos el martes 29 del caso del Ecoseny, se nos ocurrió un criterio que puede servir también para otras redes. Consistiría en hacer una gradación de -100 a -1000 (o el límite máximo aceptado de la red) según una fórmula muy sencilla: Aceptar un saldo negativo = al valor de las ventas que haya realizado el usuario / a. Por ejemplo, alguien que haya vendido por valor de 300 Ecoseny, se le aceptaría un saldo negativo de -300. Para llegar a su límite de saldo debería tener un balance de 300 vendidos y 600 gastados. Esto nos pareció un criterio justo para hacer crecer el saldo de una forma suficientemente objetiva y clara.

También hubo debate sobre si debemos limitar los saldos positivos. Hablamos de cómo apoyar a quien acumule saldos positivos porque no tiene en qué gastar, en el apartado siguiente (cambio de monedas sociales en Euros). Pero cabe comentar aquí que quien acumule saldo positivo para ahorrar debería tener un objetivo de compra concreta para el que necesita este “ahorro”.

También se aporta una visión positiva y muy diferente de la idea habitual sobre la acumulación de moneda. Teniendo en cuenta que la diferencia central entre el dinero libre y el dinero corporativo es que con la moneda libre el saldo positivo no genera intereses, quien acumula moneda y no gasta, está siendo generoso con el colectivo. Está ofreciendo a la comunidad su trabajo o productos sin esperar todavía recibir a cambio los favores o productos que ha recibido de otros usuarios. Además se priva a sí mismo de disfrutar de las ofertas del sistema, sin que este ahorro le aporte nada. Al no tener ningún sentido económico, la acumulación indefinida de Ecoseny, por tanto, no debería ser un problema. Además hay que tener en cuenta que la moneda social es abundante, a diferencia de la corporativa, que es, por naturaleza, escasa .

En un momento dado se pueden solicitar donaciones de la gente de saldos más positivos hacia necesidades comunales o hacia miembros más necesitados.

4.¿Cómo usamos el cambio de Euros a moneda libre? ¿Podemos generalizar un modelo de Central de Compras?
La iniciativa de la central de compras del Ecoseny constituye una propuesta muy interesante para reaplicar a otras redes, lugares y colectivos. Se trata de hacer compras colectivas como hace toda cooperativa de consumo, pero con los Euros ingresados colectivamente en las ferias de intercambio con el Ecoseny, a raíz del cambio 1 euro 1 Ecoseny de los visitantes que no quieren inscribirse ni han aportado nada para intercambiar y desean consumir algún producto o servicio de la feria. (en la feria no se permite la circulación del Euro)

Estas compras colectivas al por mayor a productores agroecológicos son distribuidas a los diferentes núcleos de la EcoXarxa y a tiendas de comercio ecológico próximas. Es una Cooperativa de Consumo Ecológico con Dinero Libre Local y Euros.

La posibilidad de colaborar a escalas mayores puede ser decisiva de cara a negociar mejores precios con los productores. Hablamos de precios sostenibles y justos para ambas partes, lógicamente, tendiendo al modelo AMAP (Asociaciones para el mantenimiento de la agricultura campesina en Francia – nota .. términos al final del texto).También permite tener más fuerza a la hora de hacer presión colectiva contra empresas agresivas en el ámbito social y ecológico, que tienen en la base de su impunidad la desunión de los consumidores. Serviría también para apoyar cooperativas, productores agroecológicos e iniciativas de comercio justo. Creemos que la actuación de 3.000 consumidores conscientes, unidos en red en Cataluña, puede tener más fuerza que 30 redes de 100 personas.

Se habla de la posibilidad de establecer mecanismos de compra conjuntas a dos niveles:
– Una escala nacional para determinados productos donde esto resulte más económico, eficiente y directo
– Una escala local que gestionaría la recepción y redistribución de estas compras a escala mayor y haría la gestión de las compras locales.

Este fondo podría financiar gastos comunes como una publicación conjunta, que llevaría más visitantes a todas las ferias y redes y ,que supondría por tanto, más ingresos colectivos en Euros por las centrales de compras locales y global. Esto también podría aportar muchos nuevos usuarios a la red gracias a darlo a conocer a mucha gente que ya simpatiza con propuestas así.

Nos parecen herramientas necesarias y urgentes la creación de libros y una publicación regular colectiva sobre las monedas libres en Cataluña. Debe ser funcional, informativa, con análisis, noticias y agendas. Según Paul Glover, en el caso de Ithaca, la publicación semestral, que incluye un boletín muy bien elaborado y con anuncios, ha sido clave, por la solidez de la red.

Son cuestiones muy complejas para tratar a un nivel conjunto, ya que dependen del trabajo y el consenso en cada núcleo y red. Quien esté interesado en profundizar y barrenar sobre la posibilidad de esta gran central de compras colectiva de productos ecológicos en moneda libre, ¡será bienvenido al trabajo colaborativo en este campo!

5. ¿Cómo solucionamos el problema de los que puedan tener exceso de moneda libre?
¿Admitimos que comercios, productores agroecológicos y profesionales autónomos puedan cambiarse a Euros? ¿En qué circunstancias? ¿Admitimos que estos profesionales y los comercios puedan funcionar como “casas de cambio” Euros / Ecoseny? ¿A un cambio fijo o un cambio de mercado?

6. Los cambios entre Euros y moneda libre, si se acepta en determinadas circunstancias, con descuentos y recargos o 1 a 1 siempre?
Las preguntas n º 5 y 6 (y parcialmente la 4) las tratamos conjuntamente, debido a la clara interrelación que hay entre ellas.

Lo primero que hicimos fue fijarnos en los ejemplos que tenemos a nivel internacional.

En general, los que utilizan un sistema estilo LETS no cambian moneda oficial por moneda social.

Y casos como Chiemgauer, Berkshires y Lewes Pound guardan los Euros para volverlos a cambiar a quien los pida, ya que permiten el cambio en doble sentido.

Por lo tanto si queremos consolidar un modelo de central de compras como el que ha iniciado el Ecoseny, debemos innovar haciendo que los cambios de Euros en moneda social sean bastante superiores respecto a los de moneda social en Euros. De manera que pueda haber suficiente dinero oficial para las compras al por mayor que sean necesarias.

Además existen otros motivos para realizar esta innovación:

Las redes que no aceptan cambios de Euros en moneda social, se quedan muy limitadas en cuanto a su capacidad para incorporar proyectos de la economía real existentes. Suelen incorporar poco a comercios, productores y consumidores, quedándose básicamente en monedas complementarias que no pueden evolucionar para representar una alternativa a la economía capitalista.

Las redes que aceptan indistintamente los cambios de Euros en moneda social y de moneda social en Euros, suelen perdurar al ser unas buenas herramientas de mercado social y de promoción del consumo responsable. Actúan como forma de fidelización a comercios con valor social y ecológico pero resultan claramente insuficientes para extender el gen de una nueva economía.

Un mecanismo válido es el que utilizan los creadores del CES, de Cape Town en Sudáfrica, poniendo un% del precio en Euros y la otra en moneda social. De este modo se permite incorporar a comercios. El inconveniente es que, sin resolver el problema de la acumulación de moneda social, estos tienden a ser muy conservadores y para los prosumidores se hace muy difícil el camino para vivir sin o con pocos Euros, cuando la mayoría de compras donde se puede usar la moneda social requieren un porcentaje de Euros para llevarse a cabo.

El problema de la acumulación de moneda social que no se pueda gastar es el principal miedo de productores ecológicos y comercios. Por este motivo algunos aún no están participando de redes con moneda social ya que aún no les hemos resuelto esta cuestión.

Además, de los explicados anteriormente, aparecía un argumento de fondo. Si estamos construyendo una economía alternativa y nos basamos en el objetivo de resolver las necesidades de nuestros miembros, si alguno de nosotros tiene problemas para pagar una factura en Euros y al mismo tiempo tiene exceso de moneda social que no sabe qué hacer con ella, el instinto de solidaridad y de apoyo mutuo nos ha de llevar a ayudarle. No pueden haber normas más importantes que ayudarnos los unos a otros.

Después de la exposición, el domingo, en el encuentro, había bastante acuerdo en que debemos encontrar formas de responder a este problema.

En el debate apareció que la vía de solución más importante sería la de abastecer el sistema de productos y servicios que cubran necesidades reales y que ayuden a todos a tener en qué gastarse el dinero libre acumulado. En esta línea, se propuso crear grupos de trabajo que asesoraran a quien lo necesitara, respecto a: en qué gastar la moneda social o cómo puede gestionar su proyecto de otra manera para no tener que acumular tanta moneda (precios más baratos, por ejemplo …)

Pero igualmente estábamos de acuerdo en que deberíamos abordar el cambio de moneda social en Euros.

Una manera espontánea de solucionarlo es aceptar que los prosumidores que tengan exceso de Ecoseny, se dediquen a cambiarlos directamente a los consumidores que conozcan y que quieran participar en la red. De hecho, mientras existan billetes físicos, es algo que se puede hacer sin control y más vale aceptarlo, que querer impedir en vano y con mecanismos de control que nadie desea.

Lo vemos más difícil de resolver por los productores profesionales y comercios, ya que la cantidad de moneda social que podrían llegar a acumular sería mayor. Aun así, en la xarxaeco algunos comercios están funcionando como oficinas de cambios y, por tanto, dejando claro que ésta es una herramienta válida y utilizándola, ya tengan suficiente para solucionar el problema de la acumulación.

Un criterio clave es que la coordinación de la red no deba responder con sus Euros a las demandas de cambio de quien acumule moneda social. Lo que debe hacer es ayudar a cambiar con los consumidores que periódicamente cambien euros por moneda social. De esta manera no se sacaría de circulación parte de la masa monetaria creada, sino que se haría recircular la que ya ha sido creada con anterioridad.

Igualmente, si de manera generalizada nos dedicáramos a cambiar a Euros la moneda social acumulada por comercios y productores, se pondría en peligro la capacidad de mantenimiento de la central de compras, ya que la central de compras no recibiría más Euros y no habría suficiente euros para mantener los stocks.

Así pues, necesitamos equilibrar que la red como tal reciba Euros por la moneda social y que en paralelo también los comercios la puedan cambiar. Para conseguir este equilibrio deberíamos coordinar los cambios que se hagan desde la Central y los que se hagan desde los comercios con exceso de líquido en moneda social.

Diferentes modelos para solucionarlo:

a) Sólo se aceptaría ayudar a cambiar a los productores y comercios cuando sigan los criterios marcados. Pueden ser criterios de urgencia, de necesidad y de nivel de participación en la red (no apoyando por ejemplo, a que acepten% demasiado bajos de sus productos en moneda social). Se trataría de una comisión de cambio que evalúe cómo están operando los proyectos y, a partir de ahí, les autorice a cambiar.

b) El cambio “privado” o individual de moneda social en Euros, se haría 1 a 1. Pero los comercios deberían dar un 5% o un 10% de estos Euros en la Central. (El Chiemgau alemán, ya usa este tipo de desincentivo). De esta manera, aunque todo el cambio fuera por los comercios y productores, al menos habría un% de euros que iría quedando para el ámbito colectivo de la red.

c) En general, vemos adecuado combinar los dos criterios comentados.

Creemos que hemos llegado a un punto interesante como solución teórica. Si quieren implementar estos modelos, las redes deberán tener en cuenta que las tareas a realizar no superen su capacidad de gestión. Por ello puede ser recomendable, introducir los elementos que impliquen trabajo de gestión de forma paulatina a medida que puedan haber personas con disponibilidad y capacidad para gestionarlo y que los grupos de trabajo que esta forma de hacer necesita, puedan estar plenamente operativos.

7. Cómo financiamos el trabajo comunitario / colectivo?
¿Con la moneda recibida en la central de compras?
¿Creando dinero?

Entendemos trabajo comunitario / colectivo, como aquel que se hace en favor de la colectividad y no de uno u otro miembro en particular. Puede incluir el trabajo de gestión de la red pero también las tareas en determinados colectivos y organizaciones.

Chiemgauer destina el 3% del cambio de Chiemgauer a euros. Berkshires da un cambio con 5% de descuento para ONGs. SOL destina a proyectos sociales los puntos que los consumidores no gasten,

Banco Palmas y Ithaca hours pagan proyectos públicos (comunitarios y ONGs) con la creación de dinero.

Es cierto que también hay muchas redes que no remuneran tareas comunitarias. Nos parece una limitación y para algunos es incluso contradictorio, ya que si se quiere crear una economía más colectiva y comunitaria, pero sólo incentivamos intercambios mercantiles en el ámbito privado, no lo conseguiremos.

Si queremos poner a las personas en el centro de nuestra economía, debemos llegar a un trato persona a persona, es necesario conocer en qué situación se encuentra alguien que está sobre los límites de saldos negativos para ayudarla a pensar qué puede aportar en la red. También hay que ayudar a quien acumule saldos positivos a encontrar en que gastar-lo. Hay que dedicarse a difundir y extender las redes para que haya suficiente participación, suficientes servicios y suficientes capacidad de resolver necesidades. Todo esto necesita tiempo y personas que se dediquen con continuidad.

Xarxaeco ya está remunerado tareas en bien de la colectividad y el consenso de las personas presentes en la reunión es que es una opción a menudo necesaria y siempre coherente con nuestros valores. Una opción que puede ayudar a determinadas personas muy implicadas en las redes, a despegarse de la dependencia de la economía capitalista y volcar en sacar adelante sistemas monetarios libres.

Es importante que los mecanismos sean transparentes. Un ejemplo de mecanismo transparente, puede ser que cualquier remuneración de una tarea se tenga que proponer con antelación a que se celebre. Pasaría por asamblea, por ejemplo así : “necesito que se me remunere 10 horas semanales de dedicación a abrir una oficina de cambio y atención a los usuarios, dos horas diarias”.

El tema de cuáles serían las tareas a remunerar no lo tratamos en detalle. Queda a criterio de cada red y esperamos que se compartan las experiencias.

La principal fuente de financiación dentro del modelo que estamos construyendo sería con la moneda social recibida en la central de compras, de modo que así se volverían a poner en circulación. Pero, en el caso de que faltaran, se pueden crear dinero, como ya hemos explicado en el punto en que hablábamos de ello.

Hay redes que tienen otras maneras de financiar. Uno de ellos es la oxidación del dinero, con una tasa de un importe porcentual al valor de cada billete emitido una vez al trimestre o al año.

La tasa de intercambios que se puede usar de manera optativa en el sistema CES es otra. Sin ser una opinión unánime, parece más compartida en la discusión, la opinión de que preferimos sistemas que no penalicen los intercambios (sería el caso de la tasa), ni que confundan a los usuarios con la pérdida de capacidad adquisitiva (sería el caso de la oxidación).

En todo caso, un elemento a considerar a la hora de elegir los mecanismos que se utilizan, tanto en este apartado como en otros, es la sencillez de su funcionamiento. Si es demasiado complicado podría crear rechazo a una parte importante de los participantes.

8. ¿Hasta qué sistemas de pago queremos llegar?: ¿móviles? ¿Tarjetas?
Los sistemas más frecuentes son el dinero impresos e Internet.

Los billetes físicos, son muy útiles para empezar y para las ferias de intercambio en general, pero tienen el peligro de que restan credibilidad al sistema, por todas las posibilidades que hay de falsificación. La experiencia en Argentina lo certifica. Aun así en la fase inicial en la que estamos ahora, no lo percibimos como un problema.

Internet se ha de entender como una herramienta segura aunque hay quien manifestó el miedo a un boicot informático:

Como referencia al CES de Cape Town disponen también de un sistema manual alterno que permite el intercambio para personas mayores o que no tienen por mano el uso de las nuevas tecnologías. Las oficinas de cambio se encargan de pasar los intercambios de la gente en la web.

Se plantea la posibilidad de habilitar el canje o permuta actualizada con mesas de cambio orientativas como sistema paralelo de utilización presente y también como alternativa segura y para emergencias en el caso de que las vías electrónicas fallen o sean saboteadas. O simplemente como un medio de ayuda en los “tratos” por las personas que entran en estos nuevos sistemas alternativos de intercambio a modo de base. Esto se podría hacer con libretas tipo SEL, que complementan perfectamente con un formato físico

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