[Mas Pujou] Un paraíso en la Garrotxa

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KrisMasPujouKristina Klosová, estudiante de ciencias ambientales y sociología de la Universidad de Masaryk de la República checa.

Mas Pujou se encuentra en el corazón del Parc Natural de la zona Volcánica de la Garrotxa, a unos minutos de distancia de Olot. Cuando uno llega al valle descubre una masía impresionante. Las ovejas se apacentan serenamente en el prado, el gallo está cantando y el perro saluda a los entrantes. El omnipresente olor del bosque y la vista de las montaňas aportan paz y tranquilidad.

El Mas Pujou es una casa rural de varios siglos. Desde hace un aňo y medio nació en el valle una asociación dedicada al descubrimiento del patrimonio natural y cultural de su entorno. Quiere dinamizar y consolidar el tejido asociativo local y ser un espacio de diálogo con otros colectivos. El proyecto forma parte de la Ecoxarxa de la Garrotxa y desde julio se encuentra en la masía también “el rebost” (la despensa), un espacio de abastecimiento e intercambio vinculado a la ecoxarxa.

En la masía viven de manera permanente tres personas que forman el núcleo del proyecto. Hemos entrevistado a una de ellas, Carmen, quien nos contó sobre los objetivos del proyecto, sobre sus desafíos personales y sobre las dificultades de la vida rural.

Para empezar dinos por favor, ¿Cómo surgió la idea del proyecto de Mas Pujou?

Vinimos a esta casa 1 de junio de 2014. Aritz vivía en el parque natural. Estaba haciendo unas prácticas porque es ingeniero forestal. Conoció la casa y ya tenía la idea de empezar un proyecto aquí. Yo vivía en Brasil en ese momento pero ya quería empezar un proyecto en el ámbito rural y Narcís estaba terminando ingeniería agrónoma en Barcelona. Por entonces, había con nosotros otro chico, Olivier, que decidió irse el pasado julio. Los cuatro acordamos empezar el proyecto juntos.

¿Podrías profundizar cuál era tu motivación para iniciar el proyecto?

Desde hace siete años estaba buscando ir al campo a vivir. Mi idea era conocer mucho del mundo, viajar, ahorrar dinero y con este dinero estar tranquila sin tener que trabajar fuera de casa. Una de mis mayores motivaciones era el tema de la soberanía alimentaria. El hecho de poder producir mi propio alimento. Después también la producción animal, un manejo de los animales, y al mismo tiempo que los animales me sirvan de sustento alimenticio. Somos todos de la ciudad. Yo hasta hace dos años vivía siempre en ciudades. Tenía una gran carencia sobre todo lo que te aporta el mundo rural que quería conocer y vivir.

La naturaleza se estaba comiendo la casa

¿Cuáles son otros objetivos del proyecto Mas Pujou a parte de vuestra ambición personal de mayor autosuficiencia alimentaria?

Hay una dimensión muy fuerte desde el principio de compartir el espacio. La casa es muy grande. Una forma de autogestionarnos con el proyecto es que vengan otras personas también a compartir la experiencia. Nos gustaría que fuera más allá del turismo, que realmente haya un objetivo de educación ambiental, de compartir la naturaleza que nosotros tenemos aquí tanto en el sentido de flora como de fauna de esta zona.

¿En qué estado habéis encontrado la casa?

La masía la encontramos como está ahora. En cuanto a la finca, la naturaleza se estaba comiendo la casa. Había un abandono de la parte forestal y agraria. Aritz ha hecho un plan de mejora forestal para cortar árboles que estaban en peor estado. El plan va también encaminado retomar ecosistema y hábitat de los pájaros carpinteros. Antes había, pero dejaron de estar por el estado en el que estaba el bosque. Ahora el cambio ya es visible. Las parejas de picots están volviendo aquí. Aunque hemos realizado un clareo bastante evidente, hemos dejado muchas zonas de refugio animal. La selección de árboles también se ha hecho en función a alimentos para los pájaros.

¿Cuáles actividades habéis desarrollado por aquí?

La primera fue un torneo de frisbee durante un fin de semana. Hemos hecho retiros de Reiki, un retiro de sanación pránica, un curso de permacultura. Las actividades las hacían colectivos de fuera. La idea es organizar nosotros mismos los cursos, sin embargo con nuestras tareas diarias de cuidar a la casa, a los animales, al huerto y el bosque nos falta tiempo material. El objetivo es empezar a partir del julio que viene a organizar los cursos nosotros sobre todo en el sentido de educación ambiental, de contacto con la naturaleza. Además ahora tenemos en mente hacer un taller de cine, un curso de bosque comestible y algunos proyectos más.

¿Podrías concretar qué tipo de actividades estáis planteando?

Hemos preparado más cursos de permacultura y agroforestería. Dentro de la variedad de los árboles, que tenemos, queremos poner indicaciones y hacer una ruta guiada. Tenemos un jardín botánico natural que ya está por aquí. Lo que queremos es reconducirlo. Los valores inmateriales del bosque, los olores, sensaciones auditivas. Estamos muy emocionados de esta idea.

Cooperar con los vecinos

¿Cómo surgió vuestra relación con la ecoxarxa de la Garrotxa?

Conocía otros proyectos tanto en Brasil como en Granada, de donde soy, de moneda social. Nos parecía que la ecoxarxa encajaba muchísimo con nuestro momento vital. Veíamos sentido en participar en la ecoxarxa por productos de proximidad, por ser un encuentro muy local. Empezamos ofreciendo un licor típico de Navarra, Patxarán, que producimos porque tenemos mucha endrina. Ofrecimos judías secas y maría luisa. A partir de allí siempre que podíamos íbamos a las reuniones.

Luego en julio cuando ecoxarxa perdió un local en Olot, donde había el rebost anterior, ofrecimos hacerlo en nuestra casa. En principio, en los próximos meses, el rebost se irá al centro de Olot. La idea sería mantener un rebost aquí también. Nos gustaría que todos nuestros vecinos participaran, y hacer red aquí, la cuestión es dedicarle tiempo a este objetivo.

Es verdad que el tema de intercambio con los vecinos del mismo valle funciona muchísimo. Desde que hemos llegado es casi todo intercambio con ellos.

¿Te refieres a trueque directo?

Sí, es directo. También cuando nosotros llegamos hicimos dos o tres jornadas de trabajo colectivo. Vinieron muchos vecinos. Después, las ovejas que tenemos son un regalo de unos vecinos. El intercambio sale natural. “Yo hago patata porque tengo más sombra, tu haces tomates. Hacemos este cambio.” El trabajo es muy cooperativo entre nosotros.

¿Cómo funciona el rebost?

Si tu llegas al rebost por primera vez, tienes que saber que esto es una red de intercambio de prosumidores. Me encanta la palabra, significa productor y consumidor al mismo tiempo. Seguro que tu produces algo, no tiene que ser algo físico, puedes ofrecer un servicio a la comunidad. A la vez tu vas a tener otras necesidades que puedes adquirir dentro del rebost. Si tienes el producto, el rebost te lo puede “comprar”. A partir de allí puedes empezar a jugar porque tienes troks, que es nuestra moneda social. Si no tienes muy claro cómo empezar, se puede hacer un cambio. Pones 20 euros que serían un producto de intercambio en este momento inicial y se te convierten en 20 troks, gracias a la caja de cambio. Estamos empezando a hacerlo ahora.

¿No es contra la idea de moneda social cambiarla por euro?

Se hace solo a la hora de entrar. Nos hemos encontrado con muchos socios que estaban muy ilusionados, hacían la cuenta, pero luego llevaban dos años a cero. No se animaban a intercambiar. Si consideras que en este momento el euro es un producto más, que estás intercambiando para facilitar que la gente empiece a intercambiar.

¿A quién pertenecen los productos cuando entran al rebost?

La mayoría de los productos son del rebost. Este producto ha intercambiado el rebost con el productor. Lo ofrece para todos los miembros de la ecoxarxa. Después tenemos productos que se llaman “trokaires”. No los “compra” el rebost. Cada persona que adquiera el producto, escribe su código de la plataforma virtual IntegralCES, su nombre, la cantidad, el precio y el mismo productor es encargado de cobrar ese producto. Si son productos rebost, tu te apuntas en una libreta central. Hay un administrador, que pasa las cuentas de las libretas a IntegralCES.

¿Hay un encuentro del rebost?

Hay un encuentro semanal el viernes. Es un encuentro y mercadillo. La gente trae productos de temporada y se puede hacer el intercambio directo o se puede intercambiar vía la moneda social. Si llega la gente nueva, le hacemos la bienvenida/acogida también en la que se explica el funcionamiento. Y una vez al mes tenemos asambleas.

MasPujou

Me permito tener contradicciones

¿Hasta qué punto sois autosuficientes?

Muy poco. Me explico: el primer verano, llegamos a la casa en junio y no había terreno para hacer un huerto. Había un bosque que teníamos que limpiar. La primera producción que cogimos eran judías en el septiembre. Tomates ya no podíamos plantar. Sin embargo este verano conseguimos una producción con excedentes. Podíamos hacer conservas, intercambiar en la ecoxarxa o dárselo a los huéspedes que recibimos.

Como el año pasado hicimos matanza de la cerda, somos autosuficientes de carne de cerdo. Sin embargo compramos pollo, pasta y arroz fuera. En cuanto a la fruta, tenemos un ciruelo, castaños y avellana, pero nos falta mucha fruta.

¿Os ayuda la participación en la ecoxarxa en cuanto a la alimentación?

Mucho. Por una parte nos ayudan los productos de aquí, de la Garrotxa que son los productos más frescos. Después los productos de la CAC (La Central de Abastecimiento Catalana) que vienen de todas partes de Cataluña. Nosotros creemos que no es posible producir toda la base alimentaria vegetal, si gestionamos los animales, el bosque y la casa.

¿Consideras vuestro consumo responsable?

Intentamos consumir la verdura y la fruta de la estación, la carne en el momento cuando podemos matar al animal. Nos cuesta porque estamos muy acostumbrados de comer un tomate en cualquier época del año. Lo que intentamos es comprar cada vez menos, pero tampoco queremos que sea un salto tan brutal. Si las gallinas tienen época que no ponen huevos, la idea es no comer huevos. Al final son todas las gallinas del mundo las que no ponen. Si lo ponen es porque las están forzando que pongan, entonces prefiero no tener que comérmelo. Por otro lado hay mucho trabajo y tenemos que alimentarnos muy bien. Tampoco nos queremos poner mucha censura a nosotros mismos. Entiendo mis contradicciones, me permito tenerlas, pero también estoy agusto con ellas sabiendo que es un proceso de transición.

Producir tus propios alimentos aporta la libertad

¿La gallinas las tenéis sobre todo por los huevos?

Si, las teníamos desde el principio por el tema de los huevos y porque su residuo es muy bueno para el compost. Nuestra intención era también criar pollos. Tenemos una producción de pollo bastante buena.

Antes has mencionado que estáis comprando pollo en el supermercado. ¿Por qué si tenéis tan buena producción?

Porque no la tenemos todavía. Esta es la primera producción de pollitos que tenemos. Los machos serán para comer y las hembras para seguir con los huevos. Ahora mismo tenemos unos cuarenta crías de pollo que de ellos a lo mejor 25 son machos. Imagínate, 25 pollos, poniendo que comas un pollo cada diez días, tienes casi para todo el año.

El pollo lo criamos a su ritmo. No le queremos encerrar, ni que tenga una alimentación forzosa. Está más encerrado que antes, pero es porque tuvimos muchos ataques de halcón y de zorro. Pensamos que está bien que haya un impuesto revolucionario de la naturaleza, pero no tanto para que nosotros no tengamos.

¿ Y otros animales?

Tenemos las ovejas desde junio. A parte que luego sean sustento alimenticio para nosotros, lo que queremos también es que regeneren el prado. Además tenemos conejos. La cría de los conejos está siendo bastante anárquica. Ninguno de los tres había tenido animales para producción de carne. Ahora estamos en ese aprendizaje.

Para acabar, ¿podrías compartir con nosotros qué te aporta el proyecto de Mas Pujou y la participación en la ecoxarxa?

Me siento muy bien. Luego, como te pones a profundizar en los temas teóricos de economía, llega un momento que hay cosas que no entiendes, que se te escapan de las manos. Es muy bonito ponerte a pensar en esta economía porque la estás produciendo y estás viendo cómo la producen alrededor tuyo. Una de las cosas más satisfactorias que te puedes encontrar es el hecho que tú produces tu propio alimento. Te da mucha libertad. Estamos viviendo en el campo y tenemos claro la dificultad que hay en cada aspecto de la vida rural. Si compartes y intercambias, es mucho más fácil. Estoy muy contenta por el aprendizaje y por la realización personal.